mayo 23, 2007

Una nota de despedida

El 21 de mayo, día de los héroes navales, fue la ceremonia fúnebre de Aleph von Huara, mí compañera de ruta , ovejera alemán, que durante los últimos catorce años ha legitimado los atributos y estándares de su estirpe, alegre, dispuesta, cariñosa con los miembros y amigos de la familia , y, a la vez, reservada, discreta, con los extraños, pudiendo volverse explosiva con coraje extremo en tareas de vigilancia y/o defensa bajo su protección , Los aficionados y expertos perreros, soñamos con tener un ejemplar que alcance un nivel de educación y adiestramiento que toque esos escalafones que le han dado gloria a la raza y al género, en contadas ocasiones, algunas poquísimas veces, el azar otorga ese beneplácito, la conjunción de perro-guía, como una dupla de total compenetración, complicidad que sólo resulta comprensible para quienes han vivido esta experiencia, porque conlleva el tratar de explicar lazos de carácter emocional que exceden y sobrepasan los límites del ámbito racional, con atisbos y matices que caen en el campo atávico místico-espiritual.

Esta nota la escribo con la fuerza de aquel que ha alcanzado esos espacios gloriosos, en que este vínculo invisible, esta conjunción perro-amo, tocó los hilos del infinito, en que la devoción incondicional del perro por su amo, siempre dispuesto a dar la vida sin titubeos ni vacilaciones, en el cumplimiento de sus cometidos, ya fuera en las tareas de campo, rastro, guardia, o, simplemente en la vida cotidiana, fueron la constante durante muchos años, menguado sólo por la imposibilidad física que deviene con la vejez.

Lograr estos estándares requiere de perseverancia, rigor, disciplina , conocimiento, entendimiento, tolerancia, paciencia, equilibrio, y, mucho cariño, entre otros atributos que se necesitan para desarrollar esta relación entre el amo y su perro, Una lectura de los atributos descritos, nos llevan indefectiblemente a pensar que la persona que se entrega a este proceso, no puede sino crecer, está obligado a observar detalles en la formación de su pupilo, registrando características de temperamento, carácter , fortalezas , debilidades, y, otras inclinaciones naturales del ejemplar, que lo hacen único, y, consecuentemente, la conducción, inducción, guía, ejercitación , naturaleza e intensidad de los juegos, así como el entrenamiento sistemático y rutinario que conlleva el acondicionamiento para alcanzar grados de ejecución de las tareas en forma perfecta, primero en un ambiente controlado, y, posteriormente a las variantes y distintas adaptaciones que debe enfrentar en los entornos de la vida real.

Tal vez sea necesario mencionar que este proceso es preparatorio, toda la paciencia y disciplina no aseguran el logro del ámbito que trato de explicar, porque podemos hacer las rutinas de la forma más rigurosa posible, y, jamás acercarnos a esta conjunción del lazo invisible, no se trata de tener un animal que obedezca simplemente órdenes, ejecutándolas en forma perfecta, Hay un instante en esta cadena , en que el animal aprende a resolver por sí mismo ciertas situaciones, discriminando con un discernimiento propio, que incluso lo lleva ha ser desobediente, porque su juicio le indica que el cometido encargado por su amo no contiene toda la información que debiera haber tenido, y, él, en este caso, ella, simplemente señala que algo no está del todo bien, realimentando al guía con sus propias observaciones, ( a modo de ejemplo, cuando un perro lazarillo conduce a un ciego, y descubre que las puertas del ascensor están abiertas, sin el ascensor, presentando un riesgo inminente para la vida de la persona, el can discrimina, y, no deja que su protegido se acerque a este lugar, aunque pudiere ser de uso habitual en la ruta de ambos).

Bueno, la vida cotidiana de la Aleph von Huara , simplemente , la Ale, estuvo llena de estas reacciones, adaptándose a distintas circunstancias y lugares de una manera asombrosa, esta habilidad propia de ella, además, de su condición Alfa, que otorgaba una confianza extrema en los momentos críticos, me obligan a expresar que con lejos, fue el mejor pastor alemán que he tenido en mi vida, dejando una barrera casi imposible de alcanzar, sin dejar de mencionar que toda la parafernalia educativa del perro adiestrado se esfumó en la asimilación de comportamientos en la vida cotidiana, la integración del perro a la familia, la oficina, los viajes, la playa, el cerro, el auto, la calle, las horas de música, los estudios de piano, las horas de lectura, la televisión, el refrigerador, las comidas, el agua, las escobillas , los collares y traíllas, y, por supuesto los avisos de sus necesidades fisiológicas , así, un cúmulo de cosas y señales , en que se generó un lenguaje imaginario, que siempre tuvo la gracia de ser alegre y divertido , porque incluso esta vieja perruna se permitía sus toques humorísticos, siendo motivo de diversión para mis hijas, pudiendo transfigurarse en un instante , la voluptuosa voluntad y resignación en el cumplimento de sus deberes, ya fuera como compañera de viajes, custodia del auto, rastreadora de personas y objetos, centinela nocturna, cobradora acuática, inclusive oceánica, porque le gustaba nadar y capear olas , en fin, sería demasiado largo de explicitar sus habilidades y actitudes en las rutinas del diario vivir, A modo anecdótico voy a relatar que ella ocupaba un lugar de observación en el segundo piso, y, allí, dormitaba en las noches, cuál guardia en faro marino, Cuando mis hijas llegaban tarde, de sus carretes ya fuera solas o acompañadas, la perra simplemente iba y me despertaba tocándome suavemente con su hocico , sin embargo, cuando mis queridas hijas venían con nuevos amigos, ya fueran postulantes a sus afectos, o, no, la acción de despertarme iba acompañado de un ronco, GRRRGRR, en lenguaje perruno, esto quiere decir, llegó una de las carreteras, pero, NO CONOZCO AL PERICO con que viene, sólo te estoy avisando….. ¿ Que hago ?

En estos tiempos locos , dónde la familia en ocasiones se ve violentada por invasores intempestivos , extraños nocturnos muchas veces drogados que toman a la familia como rehén mientras acometen diversas tropelías , puedo expresar que mi vieja Ale, fue garantía de tranquilidad durante las horas de sueño, porque así como era noble, alegre y divertida, podía convertirse en una tigresa capaz de infligir daños de consideración , esta dualidad , también requiere de mucho equilibrio, tanto del can como del amo, porque se trata de tener una vigilante atenta, y, no una devoradora de hombres, Siendo prácticos y realistas, la labor de estos canes tiene un rol de centinela, alerta temprana de potenciales violaciones al entorno que habitamos, simplemente como una ayuda complementaria más a los resguardos que la gente debe tomar como individuos y como sociedad, situación que tiene otros entresijos, y, que no viene al caso comentar en estas líneas.

En resumen, la vida con esta compañera perruna, estuvo llena de alegres aventuras, mucho afecto, y, amor del bueno, de ese desinteresado que todos traemos indeleblemente de niños, y que después en el largo desfilar de la existencia, vamos perdiendo, condicionándolo a intereses mezquinos, u, otros peores innombrables, Y, así, nuestra perra, mi amada Ale, me obligó a conservar esos atisbos de la niñez, haciéndome una mejor persona, y, ojala, espero, un digno amigo, Por todo ello, escribo esta nota en señal de agradecimiento a todas esas vivencias que nos acompañaron durante un tramo significativo de nuestra propia existencia, , y, dedicarle un emotivo adiós, como un tributo, un homenaje póstumo, mientras unas lágrimas se deslizan por mis mejillas como lluvia que moja mi alma desolada por su inefable partida….Adiós camarada y amiga…