A pedido de mi querida bloguera Iris, que a modo de broma, me dice que hable de los bonobos (Pan paniscus) , unos simios muy parecidos a los chimpancés, descubiertos en 1966, cuyo código genético tiene 98% de similitud con nosotros, los seres humanos. Aprovecho la ocasión para tocar un tema de fondo en relación a los bonobos, cuya vida en comunidad se sustenta en señales , usos y costumbres de carácter sexual, pero, no mirando a nuestros primos, sino observado al hombre mismo, al homo sapiens, aplicando una perspectiva y métrica desprejuiciada, pero, científicamente rigurosa, veamos acerca de qué estamos hablando...
Los bonobos tienen un comportamiento tribal, basado en gestualidades de naturaleza sexual, idénticamente que nosotros, el hombre se rige por esas mismísimas reglas, andamos por la vida gesticulando, hablando, y emitiendo, señales de cuán aptos estamos para reproducirnos, ya sea, vayamos en el ascensor, estemos en la sala de consejos de la rectoría de una universidad, sentados en el metro con cara de perdidos con la mente en el infinito, o , concentrados mirando un libro en el lobby de un hotel, cualquiera sea el lugar dónde estemos, estamos continuamente evaluando nuestras posibilidades sexuales propias y las de nuestros congéneres.
Tenemos algunas modificaciones genéticas que están grabadas en nuestro cerebro, que explicito para que se desmayen los más aprehensivos, pero, que como ya dije, se sustentan en postulados y teorías científicas, que hoy son bastante aceptadas, muy poco divulgadas , por razones políticas, culturales, y, religiosas, porque eso que el tata dios nos hizo a su imagen y semejanza, empieza a desmoronarse sin más preámbulos, a saber :
1.- La hembra del homo sapiens, nuestras féminas, son las únicas del reino animal que alcanzan el orgasmo, a veces varios, aunque algunos tontorrones desconocen estos hechos,
2.-La posición de la vagina , se trasladó hacia delante , haciendo posible la relación sexual frontal, los monos lo hace siempre por atrás, en la forma gestual humana denominada la posición del misionero,
3.- Las nalgas que tanto nos gustan, a ambos sexos, encuestas realizadas a mujeres, dicen que lo más atractivo que encuentran en un hombre, radica en la forma y proporción de nuestro adminículo, entiéndase poto, ( esta última, palabra mapuche, usada en nuestra larga y angosta faja, los españoles , le llaman simplemente, culo), Bueno, esta proeza estructural, no tiene ninguna funcionalidad, sólo cumple el propósito de atraer sexualmente a su contraparte, y, no voy a agregar nada más al respecto,
4.- Los senos, otra adaptación para goce y disfrute sexual, tampoco tienen operatividad funcional, los mamíferos placentarios, no mejoran la calidad de la leche ni el calostro, ni la capacidad de producción de la leche, alargar el período de lactancia, o lo que quieran validar como benchmarking mamario, la verdad, es que nuestra adoradas tetas, están allí para el disfrute masculino, y, peor aún, ( o mejor, debiera decir), tienen esa forma, porque tratan de parecerse y recordarnos lo que tanto amamos del punto 2, esto es, buscan parecerse al poto,
4.- Los bonobos, señalan su jerarquía e importancia tribal , mediante rituales sexuales, que jamás llegan a la consumación del acto sexual, el mono dominante hace como que fuera a poseer al mono sumiso, quién se coloca en posición receptora, actitud que disminuye la agresividad del otro, Sin embargo, el mono sapiens, ( y, coloco mono en forma infamatoria, peyorativa para mis respetados antropoides), SI, penetra a su dominado, siendo nuevamente , caso especial del reino, los incrédulos y dudosos, averiguen lo que significa la vida en la carreta de una cárcel, el caso de los mocitos de la misma, o, algo de mayor alcurnia, la vida de los patricios, y, los putitos, en los colegios ingleses, incluido el mismísimo Eton,
Para no extender esta lista, simplemente voy a concluir, que todas estas adaptaciones , fueron creadas por la madre naturaleza, de forma de afianzar la tribu como una unidad de vida, asegurar el retorno del mono erecto cazador, consolidando la pareja humana, y, de paso la tribu, con un mecanismo aparentemente simplón, el disfrute y goce sexual.
Munro Fox, Frans de Waal, entre otros, afirman que las relaciones sexuales tienen un papel muy importante en el establecimiento de los vínculos afectivos, esto referido a los bonobos, entre los cuáles los más exitosos sexualmente, aparecen como muy imaginativos, participan activamente en juegos, se les ha observado jugando a la gallinita ciega, haciendo muecas y pantomimas , haciéndose cosquillas, haciendo notar que los adultos que participan en estas travesuras, se muestran como individuos más relajados, ( aplomados para los etólogos), receptivos, y afectuosos, pero, en las horas que ellos consideran de peligro para el grupo, sobresalen asumiendo el liderazgo con extremo coraje. A lo anterior debiera agregar que en la naturaleza, las confrontaciones de mayor agresividad y violencia, muchas veces terminan con miembros dañados, que pueden resultar fatales para la superviviencia, por lo mismo, estos líderes , siendo los más fuertes, y, de mayor coraje, mantienen ese auto control que trata de dominar sin combatir, lección que la naturaleza misma les ha enseñado por miles de años, saquen ustedes sus propias conclusiones . ( Cualquier parecido con the human being, no es mera coincidencia),
febrero 14, 2006
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