octubre 05, 2005

Noche en las Galápagos

I


En aquel tiempo, no había cruceros turísticos ni nada por el estilo, por esas suertes del destino, Silas consiguió que un barco de la armada nacional llamado El Tarqui, lo llevara desde el puerto continental de Guayaquil hasta Seymur, enclave de la base naval con que Ecuador ejerce la soberanía territorial y marítima de la zona, y que a la vez, sirve de punto de control de acceso al resto de las Islas Galápagos, como Santa Cruz, Isabela, Floreana, y otras menores.

Las islas Galápagos están a unos 375 kilómetros mar adentro de las costas de Ecuador, siendo un pequeño archipiélago conformado por alrededor de veinte islotes de origen volcánico, que emergieron de una erupción hace unos tres millones de años, constituyendo un punto de confluencia de corrientes circumpolares en medio del circulo ecuatorial, circunstancias que las hacen únicas en cuánto a hábitat, flora y fauna. Científicos de todas las latitudes del planeta acuden a realizar estudios y observaciones de la naturaleza, desde el tiempo en que el joven Charles Darwin, discurriera las teorías de la Selección Natural y el Origen de las Especies en sus aledaños, hasta los actuales, que le han otorgado fama y renombre como uno de los enclaves de mayor relevancia ecológico del planeta.

Siendo estudiante, y aficionado a la aventura, Silas había conseguido a través de un programa especial, trabajar en los puestos de observación de vida silvestre en las Islas Galápagos. Unica forma de acceder a explorar y conocer este lugar de ensueño que ya entonces había sido declarado parque nacional bajo régimen de zona de protección de la vida silvestre , Santuario de la Naturaleza, por el WWF(*1)

El programa en estudio de la flora y fauna de las islas estaba bajo la tuición de un laboratorio francés de investigaciones, en el cuál, unos familiares lejanos convenientemente contactados , habían oficiado como mediadores para que Silas consiguiera un cupo de visitante durante una temporada en el Instituto de Investigaciones Charles Darwin . Para la buena fortuna de Silas, éste había sido aceptado para participar en un grupo de análisis acerca de las reacciones de las aves frente a estímulos de radio frecuencia y ultrasonidos.

(*1) World Wild Life Fundation, Fondo Mundial para la Protección de la Vida Silvestre


II

Tanto para especialistas como aficionados , la avifauna en Galápagos ofrece una abundancia y variedad de formas excepcionales, rápidamente las jornadas de observación permiten familiarizarse con algunas peculiaridades propias de la zona, Entre las aves más llamativas destacan .- Los Albatros, familia diomedeidae, ave marina de unos dos y medio metros de envergadura, ( En la variedad real y errante alcanzan frecuentemente hasta tres y medio metros ) , anidan sólo en la isla Hood, graznan y golpean sus picos en señal de saludo, realizan el cortejo nupcial con un baile consistente en un balanceo del cuello y la cabeza, en tierra se mueven en forma desgarbada y torpe, pero en vuelo, flotan majestuosamente otorgando un punto culminante al visitante perplejo.

En las visitas de campo se observa a las Currucas Amarillas, cazando insectos y moscas al vuelo, mientras los Ostreros de Playa, buscan caracoles en la arena con el pico, los Atrapa moscas bermellón, especie endémica única, con sus picos largos en vuelos rasantes . Darwin, distinguió tres especies de Pinzones, y su relación simbiótica con las tortugas gigantes, limpiándolas de garrapatas y bichos. En la Roca Vicente, se puede observar los Bobos pata azules, que empollan sus huevos en la roca agreste bajo las palmas ricas en vasos sanguíneos, construyendo nidos de piedra y esos bailarines cortejos, balanceándose adelante y atrás , Más allá una Gaviota Cola de Golondrina, planea sobre los riscos, emitiendo un misterioso llanto en el aire con su parche blanco en el pico que les sirve de guía a sus crías para que los padres regurgiten el alimento.
Al obscurecerse el cielo con la caída de la tarde , aparece casi mágicamente una bandada de Fragatas, piratas del aire, que algunas veces hacen canibalismo sobre crías de su propia especie, expertas aviadoras su presencia trasciende, majestuosas, ágiles, voraces.
Un solitario Halcón Galápagos, Familia Falconidae, se encumbra en las térmicas , alimentándose de saltamontes que se comen durante el vuelo, botan los deshechos desde el aire, tal vez como desdén por conformarse con esta dieta , añorando una paloma que en galápagos las hay en abundancia. Finalmente un ave que no sabe volar, pero que está perfectamente adaptada al medio acuático , los Cormoránes , F Phalacrocoracidae, con sus cuello de culebra hacen unas contracciones produciendo un graznido extraño y sordo, tienen un apagado color pardo, y ojos color calípso, contoneándose y cortejándose permanentemente.


III

Simultáneamente a los estudios de las aves, se incluían paseos a lugares que tuvieran algunas características especiales, siendo visita obligada los riscos dónde las iguanas absorben el calor del mediodía, aferradas con sus garras a las rocas, sumergiéndose de pronto impulsadas por sus anchas colas, y que tienen la capacidad de disminuir su pulso cardíaco mientras se alimentan en las profundidades. Estos diablillos de la obscuridad como se les conoce localmente, tiene un enmarcado contraste de belleza y adaptación , otorgando una panorámica prehistórica y surrealista. Al bajar la marea, los cangrejos escarlatas con sus etáreos atuendos de colores brillantes naranja y negro , ( Los jóvenes son de color pardo negruzco , mientras los adultos son de color anaranjado brillante) , lanzan chorros de agua como pequeños sifones juguetones, Más allá un león marino macho emite unos ruidos de reclamo como llamando la atención de su harém de esposas y cortesanas, quizás manifestando celos frente a los curiosos que se allegan a admirar sus potencialidades amatorias, su pasión es tal, que durante estos días de apareamiento ni siquiera sale para alimentarse, solamente, descansa tendido en la rocas brevemente, entre cópula y cópula.

En la Isla Isabela, hay una zona denominada Alcédo, hábitat preferente de las grandes tortugas Galápagos que le han dado el nombre al archipiélago. Durante la época de sequía se encuentran en pequeños grupos de dos o tres diseminadas en unos pocos charcos que mantienen algo de agua en las pozas , con la llegada de las lluvias, se juntan en números de 30 a 40 individuos , pudiendo apreciarse la diferencia de tamaños entre machos y hembras. Estas reuniones están destinadas a beber agua, que almacenan en gran cantidad bajo el caparazón , y a efectuar rituales de reproducción . Resulta entre grotesco y divertido ver como algún macho despistado se sube arriba de una roca para aparearse.


IV

Esa semana llegaron al instituto dos investigadoras, la Dra. Karen Platz, especialista en geofísica, alemana, y Veronique Benoit, volcanóloga, de nacionalidad francesa. Ambas para efectuar sus actividades debían llegar a las proximidades de un volcán , tarea nada fácil por la topografía del lugar y las distancias involucradas.

Para abordar con éxito esta aventura, necesitaban ascender con una serie de equipos técnicos, además de víveres, sacos de dormir y elementos de supervivencia de montaña, entre los que se contaba una cantimplora con agua de 25 litros .

La travesía para alcanzar la cima de un volcán en Galápagos , puede ser extremadamente peligrosa, porque las laderas presentan una zona muy seca de lavas duras, en que resbalarse y caer resulta impredecible y tal vez con consecuencias fatales. Toda esta situación desencadenó la participación de Silas como acompañante y ayudante cargador de las científicas, que presentaba la ventaja de verse fuerte y saludable, y como aparente desventaja podría mencionarse que hablaba un inglés rudimentario, insuficiente para la especificidad de las actividades científicas,..

La salida fue de madrugada, estimándose que con una marcha lenta pero continua, al mediodía se llegaría a los faldeos del volcán elegido. A medida que se asciende, la lava se va ablandando gradualmente, y se encuentran géisers, hoyos humeantes y grietas geológicas, en cuyos bordes se observan cristales de azufre. Las nubes del cráter y un mundo de niebla azufrada sumados a un paisaje agreste , envuelven la columna de caminantes produciendo el sentimiento que se retrocede hacia los inicios del tiempo.

El trabajo de la Geofísica y Volcanóloga , consideraba analizar las erupciones de la zona roja del cráter y sus cenizas, algo relativo a los flujos piroclásticos, y el análisis respecto al magma y el movimiento bajo la superficie. Para ello se observan las deformaciones que ocurren mediante un sistema SIG (* ), en que se colocan ciertas sensores en puntos referenciales , en que cada cierto tiempo se calcula la posición y distancia entre los mismos, de esta forma saben si el volcán se expande o se contrae con precisión milimétrica.

(* ) SIG : Sistema de Información Geográfico, son usados en registros mineros , demarcaciones forestales, y en aviación para conocer la localización de los aparatos.

También se obtuvieron pistas de comportamiento respecto a la emisión de dióxido de sulfuro, tarea que se hace mediante espectrografía de los gases , y el nivel de absorción de los rayos ultravioletas.

La geografía del paisaje observado fue única, porque poco tiempo después, (* En 1968 se produjo un movimiento que cambió radicalmente la topografía original ), el suelo de la hoya del cráter se hundió aproximadamente unos tres metros, asentando una meseta interior a lo largo de un valle transversal, modificando dramáticamente la morfología del lugar, quizás haciéndola aún más enigmática.


V

Al anochecer fue necesario ubicar un lugar adecuado para acampar, las científicas llevaban en sus mochilas sacos de dormir, y algunos comestibles ligeros. Silas desplegó una ligera carpa que llevaba para su uso personal, esta se armaba fácilmente con unas barbas plásticas constituyendo un pequeño domo, tipo iglú, con un colchón inflable en el piso , muy moderno para la época, diseñada para que dos personas pudieran acomodarse confortablemente en su interior.

La Dra. Karen Platz, había efectuado estudios de doctorado en Geofísica, se veía una mujer madura y serena, de alrededor de unos 42 años, rubia ceniza , maciza, lucía una piel tostada , y unos ojos azules casi trasparentes protegidos por unos lentes ópticos de marcos circulares que le daban un aire intelectual, además de investigadora, daba clases magistrales y conferencias en distintas universidades , tenía una voz ronca casi masculina y hablaba un inglés áspero bastante entendíble.

Veronique Benoit , tenía una licenciatura en geología y ciencias de la tierra, había hecho estudios de postgrado en Vulcanología, atlética y delgada a la vez, tendría unos 28 años, lucía extremadamente neumática, pero mantenía una actitud como que de romances y sexo nada le interesara, vestía a modo de niña exploradora , con una falda pantalón corta en que se perfilaban una piernas muy tostadas rematadas con zapatillas todo terreno.

Cabe mencionar que Silas era en ese entonces un estudiante de 18 años, y si bien el viaje a las islas tenía un mero afán aventurero y científico, miraba con deleite a las científicas que el encontraba bastante buenasmozas pero nada sexys.

Después de instalar el campamento comieron algunos sandwichs y frutas secas que llevaban de provisiones para la cena, ambas investigadoras conversaban en franca camaradería entre sí, mientras Silas se mantenía en silencio a una cierta distancia , básicamente porque se sentía un poco incomodo por la diferencia de confort entre su iglú protegido para dormir, y los sacos de dormir al aire libre de las científicas.

Sin pensarlo dos veces Silas se dirigió a las mujeres comentándoles en un lenguaje bastante enredado que el se iría a dormir, pero que le parecía inconveniente que el durmiera bajo un techo y ellas no, por otra parte, invitar a una a compartir el iglú, lo encontraba incomodo para la que quedara afuera, y , cederles a ambas quedando el fuera, era francamente tonto después del esfuerzo de llevar ese equipo , así que, lo salomónico, era que los tres durmieran algo más apretado y compartieran la carpa. Las mujeres se mostraron entre sorprendidas y divertidas, pues rieron de buena gana....ambas le manifestaron a Silas que se acostara y que ellas decidirían si lo acompañarían posteriormente.

El clima estaba agradable, soplaba una leve brisa marina, aunque todos estaban advertidos que en las noches descendía bastante la temperatura, a pesar de ello, Silas sentía calor, se había sacado los pantalones quedándose en calzoncillos y una camiseta del tipo remera de algodón, tendiéndose sobre el piso inflable, divagando con mundillos imaginarios , el cansancio le venció...

No supo cuánto tiempo había transcurrido desde que el sueño lo abatió, pero de pronto despertó con el ruido de risas y cuchicheos que las científicas hacían al introducirse en el iglú dónde Silas dormía. En el interior de la carpa todo estaba muy obscuro, pero afuera la noche mantenía una cierta claridad, por lo que se dibujaban las siluetas a contraluz, Para sorpresa del muchacho, ambas mujeres estaban totalmente desnudas , situación que le produjo una gran inquietud e incertidumbre. Sin embargo, instintivamente en la semi penumbra entre despierto y semi dormido estiró las manos haciendo contacto con una piel entre apretada y tersa . Manos que a él le parecieron expertas le sacaban la ropa que tenía puesta, mientras lo auscultaban sensualmente en la obscuridad , las sombras llenaron de sensaciones al joven que sin mayores experiencias a su haber , suplió con la fuerza que otorga la juventud esa noche de carnaval ....



VI


Demás está señalar que el lapsus de tiempo consignado para las observaciones ornitológicas, geofísicas y vulcanológicas, resultaron extremadamente breves, Silas, debió asumir su retorno a la vida universitaria, que en realidad estaba en sus comienzos. Durante años sostuvo correspondencia epistolar con ambas científicas, pero siempre en un plano meramente profesional, como si la noche de las Galápagos jamás hubiese existido.

Sin embargo, el futuro como hombre de ciencias para Silas, quedó prefigurado para siempre, entre las volcánicas rocas de Isabela, y la brisa nocturna, en aquella noche inolvidable en las Islas Galápagos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

hola!

he leído tus cuentos y debo confesarte que el toque sutil de erotismo que le pones a ellos los hace muy atractivos y amenos

felicitaciones
y sigue escribiendo