octubre 25, 2005

Alianza de cazadores

I La manada de lobos


El aire helado hacía que se formaran nubes de vaho alrededor de las narices de los miembros de la jauría , venían trotando durante horas tras el viejo búfalo, que aunque enfermo y agotado, parecía resistirse a caer y sucumbir al acoso incesante a que venía siendo sometido. Primero, el experimentado Nanuk, había observado un imperceptible rengeo en la pata derecha del bovino, eso lo traía retrasado de su manada, unos pocos metros más atrás, situación que de inmediato había aprovechado el sagaz cazador para separarlo aún más de sus congéneres. Se dirigió directamente a él , colocándose en una línea de avance paralela a la marcha del rebaño, de manera de ir alejándolo de la masa compacta que conformaba el piño. Mientras la masa de animales seguía avanzando con un trote sostenido, con una oscilación superficial similar a una marea peluda, acompañada de un estruendoso retumbar del suelo que se iba amortiguando a medida que se alejaban.

Automáticamente , el clan del gran lobo Nanuk había tomado sus posiciones de combate, Shamp , un adulto magnífico de veintiseis meses , se colocó en la retaguardia siguiendo la pista batida por la presa, sirviendo además de escudo, para aquellos eventuales búfalos que volviesen a socorrer a su compañero. Rurk , un lobo de manto gris plateado, tomando la delantera, hizo un desplazamiento oblicuo para cortarle el paso, desviándolo totalmente de su trayectoria original. Simultáneamente, otros miembros del clan formaron unas filas en posición de ariete, donde los distintos miembros se intercambian de lugar, tanto para mantener una persecución continua tras la víctima, y a la vez, ir descansando durante la marcha, constituyendo una verdadera posta, que poco a poco va estrechando las columnas de acercamiento alrededor de la presa. Estas estrategias son absolutamente usuales en las manadas de lobos, cuya constitución física le confieren una resistencia que les permite efectuar un acoso continuo, manteniendo un trote de horas y horas, sin siquiera detenerse a tomar agua, cuyas consecuencias sicológicas, devienen en violentas reacciones sobre la eventual presa, esas respuestas de fuerza y coraje desesperadas, son también señales de lectura para las manadas de lobos.

La decisión de continuar con la cacería depende de un estudio de las probabilidades que conjuga la evaluación de los riesgos implícitos de captura, versus el esfuerzo y capacidad del equipo de acometer dicha tarea, pero también existen factores fortuitos, algunas veces inesperados que hacen impredecible el resultado en forma a priori.

Sin embargo, esta vez el azar favorece al clan, porque la presa ya deambula desfalleciente, se detiene tambaleante, cansada y agotada, situación que el audaz Nanuk aprovecha para agarrar con su fuerte bocado los hollares del animal, que al sentirse cogido, sacude violentamente su cabezota, pero, ya sin fuerzas , los músculos entumecidos y el cerebro enajenado , no logra zafarse de la mordida y zamarreo que el líder ejerce con el hocico , mientras los otros miembros le muerden el cuello y los costados , y así , logran derribarlo con sus sentidos totalmente embotados en un estado de sopor e insensibilidad, similar a la anestesia, y así, sucumbe a este terrible cepo de acoso y muerte .

El sagaz líder desgarra primero que todos las carnes del animal, derecho inapelable del jefe, quien inicialmente se muestra muy dominante y agresivo con el resto del conclave de cacería, pero poco a poco va aplacándose , permitiendo que los otros cazadores, se incorporen al festín, hartándose en una secuencia que sigue una rigurosa escala jerárquica. Cada miembro sabe perfectamente su rango y posición dentro del grupo, y, consecuentemente, van comiendo y distribuyéndose la presa y sus despojos, según este invisible pero manifiesto escalafón.

Después de tragar enormes cantidades de comida, como si sonara una campana de llamada, forman una fila india , iniciando el regreso hacia las terreras donde permanece Tarna, la hembra alfa y sus cachorros , la compañera de Nanuk, que cuida a las crías con devoción, ejerciendo el liderazgo de la loba madre , impidiendo que otras hembras competidoras tengan amoríos con Nanuk, u otros miembros del clan. Ella es la reina indiscutida de esta tribu, y, ahora tiene cuatro cachorros que amamantar. Estos aún no abren los ojos, y por lo mismo, ella no sale de cacería con el grupo, debiendo esperar el regreso de los miembros , quienes , al reencontrarse, realizan una ceremonia ritual de alabanzas y muestras de reconocimiento social, que producen la regurgitación de los alimentos predigeridos, que sirven tanto a la loba como a los cachorros.




II El Clan Humano

Rahma, el muir de la tribu, quien oficia de hechicero, y, jefe de ceremonias rituales, ocasionalmente sube a la montaña a comunicarse con los espíritus que le indican qué debe hacer, entregando señales y presagios que comunicar al clan humano, al cual pertrenece. Desde la cima ha divisado múltiples cacerías de lobos, cuyas técnicas e inteligencia siempre le han intrigado. Por supuesto, Nanuk y su manada, son parte del paisaje y territorio, donde el grupo de Grhom, el gran jefe cazador, habita con sus compañeros humanos. Rahma es el médico que cura los enfermos, atiende y ayuda a las mujeres en los partos, conoce las yerbas y raíces que ayudan a cicatrizar heridas, a tratar dolencias y toda clase de males , pero también, cumple un rol visionario, viajando al mundo de los espíritus, interpretando las imágenes y voces que le llegan del más allá, en un lenguaje de metáforas y sueños que solamente él sabe traducir.

Siempre le ha intrigado la similitud y forma en que ambos grupos llevan a cabo las cacerías, son parecidas en la organización jerárquica, como en la forma de cercar a la presa, los roles del trabajo colectivo y la asignación diferencial de tareas individuales durante la captura, le producen asombro y temor. En gran medida, siente inquietud y le intriga saber si estos seres son espíritus gemelos , otra clase de hombres embuídos en esos cuerpos lobunos, miembros de otras tribus lejanas. Ya son muchas lunas que comparten territorios, y , en ocasiones , alrededor de las fogatas nocturnas del clan, se cuentan leyendas e historias respecto del Maestro, porque así le llaman las tribus humanas al lobo, admiran la conjunción de sagacidad , inteligencia , trabajo en equipo, y capacidad de adaptación, cuya eficacia les confiere una categoría suprema como depredador colectivo, sitial indiscutido que Rahma y el clan han observado desde eras muy tempranas. Estos cohabitantes geográficos de tiempo y espacio, han alcanzado un carácter de divinidad manifestándose en leyendas, dibujos, y un respeto profundo por este hermano, que viene trasmitiéndose de generación en generación, siempre exhacerbando las habilidades y hazañas que acompañan la supervivencia de este extraordinario ser.

Durante las últimas temporadas , especialmente en los inviernos cuando el alimento escasea, esta actitud de la manada de seguir las huellas del clan humano lo tiene bastante intrigado. ¿Por qué los lobos van a los mismo lugares donde el Clan de Ghrom ha estado?. Sí , es claro que los lobos van tras los alimentos y desechos que los humanos dejan, pero esa persistencia , continua, y fantasmagórica, nunca se les siente venir, y menos se les ve, con igual sigilo llegan y desaparecen. Quizás los lobos observan a la tribu cazar y copian , aprendiendo las técnicas y tácticas de los humanos para después aplicar el mismo esquema en sus cacerías. Por otra parte, los rituales y comportamientos característicos son similares, el jefe come en primer lugar, las hembras con crías no van a las cacerías, las nodrizas protegen a los cachorros. Todo este paralelismo, entre el clan humano y la manada de lobos le tienen algo confuso, quizás son los mismos espíritus malignos con formas distintas. Además, en las noches de luna, cuando Rahma celebra ceremonias sagradas con los cazadores adultos, en esos días, los lobos aúllan emitiendo gritos lastimeros, ensamblándose en unos interminables canones, que llenan el ambiente , desde las montañas hasta el valle con sus ecos, repitiendo secuencias canoras en un incesante ir y venir .

Rahma baja de la montaña , viene saliendo de un trance en que está seguro ha estado comunicado con la Madre, la sostenedora de la tierra y el agua, pero aún no despeja su mente lo suficiente como para entender el significado de aquellas visiones, Algo soñoliento camina maquinalmente por el sendero entre los peñascos, ruta que ha realizado muchas veces y por lo mismo, va con su mente en blanco, casi sin pensar.

Inconcientemente se ha desviado del camino habitual, acercándose mucho a esas mesetas en que ha observado desde la cúspide de la montaña a Tarna, la loba compañera de Nanuk y siente curiosidad por descubrir el escondrijo de los lobos. Por otra parte , ha visto desde lo alto a la manada alejarse y sabe que el grupo anda de cacería y su regreso puede demorar varios días.

En un recodo del camino donde se estrechan las rocas, al colocar las manos para apoyarse y descender, a un costado estalla un rugido gutural, percibe una enorme sombra negra que se abalanza sobre él, pero que no alcanza a reconocer . En forma refleja afloja los brazos cayendo por entre las piedras, al mismo tiempo que siente un mazazo en el hombro, la cabeza golpea en las piedras, haciéndole perder el sentido..


III El encuentro


Rahma vuelve en sí, sin saber qué ha sucedido ni dónde se encuentra , abre los ojos y se pregunta asimismo , si está en el Reino de la Muerte, pero el dolor de cabeza y el fuerte malestar en el hombro, le hacen tomar conciencia , trayéndole a la mente las últimas imágenes del ataque, en que no entiende qué ha pasado, pero intuitivamente, sabe que algo extraordinario ha sucedido.

Poco a poco va acomodándose, dándose cuenta que está magullado y que tiene el hombro dislocado, pero él es un hombre fuerte, y así , estallándole las sienes por el dolor de cabeza , se incorpora apoyándose en una de las rocas. Al otro lado de las piedras, en una cornisa de piedra, yace Tarna, la loba alfa, despatarrada en el suelo con el pelaje lleno de sangre y la cabeza asimétricamente desencajada , indicando la ruptura de las cervicales. Rahma se da cuenta que la loba madre está muerta. En el piso se observan huellas que él identifica de inmediato, son las pisadas del gran oso, ser temido y venerado por su clan, de hecho él mismo, ha adoptado como símbolo la imagen de este mítico gigante. Su mente se dispara perpleja, entiende que el gran oso lo ha atacado, pero algo debe haber sucedido , un suceso milagroso que le ha salvado la vida, gatillando una distracción del gran depredador, o tal vez, ha sido una señal del gran espíritu que por ahora no entiende , pero que pronto deberá desentrañar y descubrir lo que le deparará el destino.

Su cabeza da vueltas mientras su mente trata de componer una explicación de los hechos. Al agacharse a recoger el morral de chamán que saltó lejos y tiene algunas correas cortadas , percibe un leve movimiento entre los peñascos que le tensa los nervios agazapándose en señal de alerta. Al observar con más atención ve un lobezno que lo mira asustado. A su lado hay otros tres totalmente inmóviles. La mirada de ambos se cruzan, el hombre y el lobo, cara a cara se encuentran a una distancia nunca antes vista, pero este cachorro siendo aún demasiado pequeño para reflejar temor, más bien observa, con esa mirada suplicante e indefensa que tienen los cachorros de prácticamente todas las especies.

Rahma, estira el brazo bajo la cornisa de piedra donde se esconden los lobeznos, coge el cachorro con su mano atrayéndolo hacia sí, el cachorrito se muestra asustado en principio, pero rápidamente parece complacido, se acomoda a lo largo del antebrazo, acurrucándose contra el pecho del chamán, que frente a esta inusitada reacción, se siente algo turbado.

Perplejo y maravillado, está confundido, por una parte la cabeza le da vueltas, por otra , siente un gran dolor en el hombro. Sin pensarlo dos veces, deja el cachorro sobre el morral, escudriña los otros hermanos del lobezno, percatándose que sólo uno de ellos permanece con vida. Después de una breve inspección ocular, se percata que este lobezno es más pequeño que su hermano, rapidamente , inspecciona los genitales con los dedos, descubriendo que es una hembrita, una pequeña lobezna, algo conmocionada, pero que se encuentra en perfectas condiciones.

Con decisión acomoda a los cachorros en el morral dejando sus cabezas sobrasalir por la parte superior. Después de echarle una mirada, se sonríe consigo mismo, y , magullado con las correas algo destartaladas , emprende el camino de regreso hacia el clan humano…


IV La Llegada

La llegada de Rahma causa una gran conmoción, todos los miembros miran con aire de incredulidad lo que ven, se acercan cada vez más tratando de tocar a los cachorros que permanecen absortos al alboroto.

Grhom encara agresivamente a Rahma, cortándole el paso, tratando de alcanzar con sus manos el morral , con el claro propósito de asesinar a los cahorros. Involuntariamente, en forma refleja, Rahma, desvía el cuerpo, evitando que el Jefe del Clan lo agarre, pero una mueca de dolor se refleja en su rostro, acción que hace vacilar al líder de la tribu. En otra ocasión , esta añagaza hubiese puesto en duda el dominio del Jefe, que respetando al Chamán, no deja dudas ninguna, Grhom, decide quién se queda y quién se va del clan.

Este gesto de dolor aplaca y distrae al Jefe Guerrero, Qué pasa Rahma ?.. estás mal herido ? .. Qué traes contigo ?

Oh gran Grhom, jefe guerrero, he tenido visiones, la Madre me ha hablado y me han sucedido extrañas cosas. Debo aclarar mi mente para poder explicar los mensajes de los espíritus, quienes me han conferido a estos cachorros y por ahora, debo cuidarlos. Están bajo mi protección, te ruego que los aceptes y protejas.

El Jefe del Clan siempre ha sentido una especie de admiración hacia Rahma,. además, éste no representa peligro para él , su autoridad indiscutida frente al clan está intacta y el Muir, muchas veces lo ha ayudado a tomar las mejores decisiones para guiar a su grupo.

Ayuden a Rahma !, Curen sus heridas , denle algo de comida , que descanse y luego nos contará las visiones de la Madre…Que él decida qué hacer con los lobeznos…Después del Consejo veremos qué pasa con ellos ! , ! por ahora están bajo mi protección !

Más calmados los ánimos, el muir se escabulle con el morral y los cachorros , depositándolos en una hendedura que conforman una especie de corralera natural , pero que por ahora sirve de resguardo y confinamiento de los lobeznos, que al ser dejados en tierra, empiezan a gemir desconsoladamente. Los miembros del clan miran consternados y curiosos a los pequeños, escuchando sus gemidos, imitando con sus rostros las mismas muecas que los cachorros hacen mientras lloriquean, arrugando sus narices , achicando los ojillos.
Todos deambulan alrededor del chamán, observando curiosos a los lobeznos, quienes a medida que trascurre el tiempo van aquietándose, consolándose el uno al otro , acurrucándose con gruñidos y arrumacos, durmiéndose sin más.

Después de recibir algunas atenciones y descansar, Rahma se dirige al lugar de las ceremonias donde el consejo de los principales cazadores discute y acuerda las políticas de las próximas temporadas,

Allí sentados en un círculo, el hechicero comienza su relato sin prisa, explicando la visión y trance de la Madre Tierra, el ataque del oso, la muerte de la loba madre , la pérdida del conocimiento, y cómo se encontró con los lobeznos, después de despertar milagrosamente vivo. Y aquí se detiene haciendo incapié que el golpe del gran oso en su hombro, es la voz del espíritu de la Madre que le ha enviado una señal, porque qué duda cabe, el gran oso podía haberlo destrozado, devorado y muerto en segundos. Todo lo sucedido está enmarcado en una simbología y mensajes que parecen indicar que la Madre ha expresado un camino, entregando los hijos de Nanuk, el lobo, al cuidado del Muir. Y así, ambos clanes de cazadores , hombres y lobos, entrecruzan sus destinos…


V Leche materna

Claramente, fuera del Jefe Grhom, Rahma, goza de prestigio y un sitial jerárquico predominante, además de poseer una alta influencia en el clan humano, por lo mismo dirigiéndose al líder , le solicita apoyo.

Los lobeznos deben ser alimentados y necesito que me asignes a Dwain , esa joven que está amamantando al hijo de Malbec, uno de los expertos cazadores de rastreo, capaz de seguir las huellas de una persona o animal con señales mínimas.

Está bien, asiente el líder. Queda asignada a tu servicio, pero debes cuidar que los hijos del lobo no ataquen a nuestros hijos. Por ahora se ven inofensivos, pero he visto a un lobo adulto morder el cuello de un ciervo y matarlo en pocos segundos….
Creo que debemos escuchar la voz de la Madre y debo hacerme cargo del cuidado de los cachorros como si yo mismo fuera una madre, creo que el sueño, empieza a tener sentido…
Que así sea, respondió Grhom.
Esa noche Rahma coloca a los gimoteantes cachorros en los pezones de Dwain, quienes instintivamente empiezan a succionar la leche que las mamas contienen. Al principio con desesperación le causan dolor a la muchacha, pero a medida que van tragando el líquido elemento se tranquilizan, haciendo arrumacos volviendo a dormirse.

Así pasan varias semanas , en que Dwain va periódicamente a amamantar a los cachorros que juguetean al verla, reconociendola a distancia, asumiendola como a una igual.

Paralelamente, el clima ha mejorado en la zona, período propicio para que Rahma seleccione yerbas, bayas, setas, y raíces medicinales, que le significan largas caminatas. En estos peregrinaje le acompañan los jovenes lobos, que juguetean , correteando conejos, y pájaros, alertandose frente a rocas , sombras, ruidos, y , otras voces del bosque, pero, tambien, acuden al llamado del muir, aprendiendo a permanecer atentos, quietos y en silencio, cuando observan algunos animales pastando en la yerbas altas. Tambien, instintivamente gruñen avisando la presencia de personas al acecho, y , hacen batidas de terreno, a la voz, kushh ! kushh ! que emite el muir desde algun lugar oculto.


VI Los cazadores

Han pasado algunos meses, Nan y Rhin han crecido rápidamente, aún son cachorrones, algo torpes e infantiles, pero ya se visualiza en ellos el potencial y capacidad de agresión, son fuertes y ágiles, conocen a todos y cada uno de los miembros del clan humano, siendo bastante sumisos con éstos, sin embargo, gruñen y observan las sombras en la oscuridad como si adivinaran la presencia de otros habitantes, humanos, o animales. En ocasiones emiten un sonido sordo, alertando al grupo, detectando sonidos y olores que son imperceptibles de captar por los humanos, quienes han aprendido a leer en la gestualidad de los lobos ciertos mensajes del mundo de las sombras. Siempre estan oteando el aire y atisbando la obscuridad, en que parecieran adivinar los sucesos más allá de los dominios del clan humano, y que ahora, sienten como un territorio propio, asumiendo instintivamente su vigilancia y protección.

Esta tarde el clan ha salido de cacería y , los lobeznos acompañan en la batida a los rastreadores, que han aprendido a seguir el olor de las presas y obedecen las señales y voces que Rahma les ha enseñado en sus correrías por el bosque, Shhitaah, sirve para mantenerse quietos y silenciosos, mientras observan otros animales, Grrrmmm, les indica gruñir avisando la presencia de algo oculto, sea hombre o animal, y , Tststs, a vigilar y permanecer alertas durante las horas que los hombres descansan.

Nan otea husmeando el aire con la nariz levantada y corre internándose en la espesura, Rhin , se dispara sigiloso tras ella, mientras los cazadores van siguiendo la ruta trazada por los dos lobeznos, que súbitamente se detienen como si un rayo los hubiese congelado, dando una apariencia de estatuas pétreas. Al acercarse Ghrom y otros porteadores , observan a una cierta distancia un jabalí macho que por la dirección del viento no ha olfateado al grupo. Sin pronunciar ninguna palabra, automáticamente se hacen gestos y señales para aproximarse y sorprender a la presa, pero estas acciones gatillan algo en las mentes de Nan y Rhin, que salen disparados corriendo hacia el animal, acosándolo por ambos costados . El jabalí sorprendido, inicia la fuga trazando una trayectoria circular , dirigiéndose hacia la protección de los arbustos en que justamente está apostado Grhom, quien al ver el animal venir, sin pensarlo dos veces aprovecha la oportunidad , clavando una lanza en un costado del barraco , que chilla con unos gritos desesperados, volviéndose decidido a atacar a su inesperado agresor. Sin embargo, salidos de la espesura aparecen los lobos arrojándose audazmente contra el animal, desorientándolo en su reacción contra Ghrom, que se mueve rápidamente evitando el ataque. Los lobos rodean al animal herido, evitando su escape que trata infructuosamente de clavar sus colmillos , sin conseguirlo y que pronto empieza a bambolearse por la pérdida de sangre, y así sin más, se derrumba sobre sí mismo…

Otros cazadores humanos ya han alcanzado la posición de las escaramuzas,
quienes frente al espectáculo que observan, se arrojan con sus lanzas emitiendo sonidos guturales , dando rápidamente muerte al animal.

Ghrom , el jefe humano está gratamente sorprendido, y sonríe frente a estos nuevos colaboradores de cacería, quienes han realizado instintivamente una labor de acoso y seguimiento de la presa, en que casualmente la suerte los ha acompañado, conduciendo directamente la presa hasta la posición del cazador humano.

Esa noche los hombres celebran en medio de una gran fogata, mientras comen trozos de carne quemados , comentando las acciones de la cacería y las labores realizadas por los lobos. Nan y Rhin , dormitan plácidamente después de comer restos de comida sin entender el alboroto que hay alrededor en el clan.

Estos lobeznos necesitan aún algo de disciplina , pero pueden ser excelentes colaboradores , rastrean eficazmentes, siguen velozmente a la presa y me han salvado de una mordida del jabalí, que pudiese haber sido grave; comenta Grhom.

Rahma sonríe divertido atizando el fuego, los hijos del lobo ya son parte del clan humano, la Madre ha consolidado la alianza .

3 comentarios:

Anónimo dijo...
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Iris dijo...

He continuado leyendo tus cuentos, Miguelángel, me agradan mucho. Vas hilando fantasía y realidad de una manera muy especial, cautivante.
Espero que, al igual que con tus notas sobre los números, broten más y más.

A propósito, en la última "me faltó" que mencionaras en la lista negra, aquel suceso donde perdimos tantos Espacios de Libertad.

Un saludo afectuoso, Iris

Anónimo dijo...

Estimado Primo,

Tu relato es emocionante y nos permite evidenciar una vez más el regalo que significa este lazo silencioso, pero al mismo tiempo profundo, entre el hombre y otras especies. Está ahí, disponible, accesible para cada uno, y depende tan solo de querer experimentarla, de abrir la puerta y dejarla entrar, con toda su fuerza y magia. En cada instante que tu perro te topa con su nariz, que te acompaña en las tristezas de la vida, o te recibe con su mejor expresión, puedes constatar que esta cadena es no solo entre tus congéneres, sino que es parte de todo tu entorno, de la vida misma. El lazo es de por si tremendamente emocionante, abrasador, y lo transmites claramente en este acercamiento que experimenta la tribu, lazo que bien nos describió Darwin y que nos permite mirar la vida transversalmente, con cada especie que nos rodea. Esta ahí, presente, y solo está a la espera de que la tomemos. Sin duda vale la pena ser domesticado!! Como ves, El Principito tenía razón, lo realmente importante no está a la vista...
Un saludo grande

Eugenio